Gulf Pine Catholic

Gulf Pine Catholic • February 16, 2024 3 Gulf Pine Catholic (ISSN No. 0746-3804) February 16, 2024 Volume 41, Issue 13 The GULF PINE CATHOLIC , published every other week, is an official publication of the Catholic Diocese of Biloxi. Editorial offices are located at 1790 Popps Ferry Road Biloxi, MS 39532. Periodical postage paid at Gulfport, MS. —POSTMASTER— Send address changes to: The GULF PINE CATHOLIC 1790 Popps Ferry Road Biloxi, MS 39532 —PUBLISHER— Most Rev. Louis F. Kihneman —EDITOR— Terry Dickson —PRODUCTION/ADVERTISING — Shirley M c Cusker —BILLING — Aimee M c Lendon —CIRCULATION— Robin Peeler —PHOTOGRAPHY— Juliana Skelton —OFFICEHOURS— 8:30 a.m. to 5 p.m. Monday - Friday —PHONE NUMBERS— Editor: 228-702-2126 Production/Advertising: 228-702-2109 Billing: 228-702-2127 Circulation: 228-702-2100 Photography: 228-201-2132 —EMAIL— News: tdickson@biloxidiocese.org Production / Advertising: smccusker@biloxidiocese.org Billing: amclendon@biloxidiocese.org Circulation: rpeeler@biloxidiocese.org Photography: jskelton@biloxidiocese.org —OFFICEAND MAILINGADDRESS — 1790 Popps Ferry Road Biloxi, MS 39532 —WEBSITE— www.gulfpinecatholic.com —SUBSCRIPTIONS — Subscription rate is $18 per year. When changing address, renewing or inquiring about a subscription, customer should include a recent address label with old address and new address. Allow three weeks for changes of address. —DEADLINES for MARCH 1— News copy and photos: Due FEB.22, 4 p.m. Advertising: Completed Ad and/or copy due FEB. 22, 10 a.m. Bishop Kihneman’s Schedule Feb. 17 Mass & TET Celebration, Vietnamese Martyrs Parish, Biloxi, 4 p.m. Feb. 18 Confirmation, St. Joseph Mission, Poplarville, 9 a.m. Feb. 21 Lenten Mission, St. Elizabeth Seton Parish, Ocean Springs, 6:15 p.m. Feb. 24 Confirmation, Immaculate Conception Parish, Laurel, & St. Bernadette Parish, Waynesboro, at Immaculate Conception, 1 p.m. Feb. 25 Mass, Nativity BVM Cathedral, Biloxi, 11 a.m. Feb. 25 Rite of Election, Nativity BVM Cathedral, Biloxi, 2 p.m. Feb. 26 Synodal Meeting of Bishops, -28 Notre Dame Feb. 29 Mass & Visit, Sacred Heart High, Hattiesburg, 9:30 a.m. March 2 Lift Retreat, 11 a.m. March 3 Confirmation & Fifth Ann. of Church, St. Peter the Apostle Parish, Pascagoula, 9 a.m. POR EL OBISPO LOUIS F. KIHNEMAN III Obispo de Biloxi Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16). ¡Y Su Hijo nos da Su cuerpo y sangre en la Sagrada Eucaristía! La vida, muerte, resurrección y ascensión de Jesús nos han cambiado a cada uno de nosotros en el mundo y a todos a lo largo de la historia. Jesús dando su vida por mí y por ti demues- tra la profundidad del amor de Dios por todos y cada uno de nosotros. Una de las formas más profundas en que vivimos ese amor es cuando nos reun- imos para celebrar la Misa: la Sagrada Eucaristía, nuestro momento de acción de gracias y adoración. Jesús nos ha dado un regalo que nos permite exper- imentar su amor de manera muy per- sonal. El regalo es Su cuerpo y Su sangre. Entonces tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, dici- endo: Esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros; Haz esto en memoria mía”. Y también la copa después de haber comido, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que será derramada por vosotros (Lucas 22:19-20). Mientras rezamos las oraciones de con- sagración sobre el pan y el vino, es el regalo de Jesús para nosotros que Él transforme el Obispo Kihne man pan y el vino en Su cuerpo y sangre. Esta es la tradición de nuestra fe que ha perdurado durante más de 2000 años, desde la Cena de Nuestro Señor. Es un momento de fe para nosotros como cristianos católicos romanos, y es una de las cosas que al mundo fuera de la Iglesia le cuesta entender. La Misa no es simplemente un momento simbólico; es un momento en el que verdaderamente celebra- mos la Última Cena con Jesús presente en el Altar. Actualización del avivamiento eucarístico Una de las cosas que sabemos con certeza es que las personas que están enamoradas de la Eucaristía no aban- donan la Iglesia. Anhelan constante- mente tener Su cuerpo y Su sangre en sus vidas, como lo hago yo como sacerdote y obispo. Ese deseo es más fuerte que la distracción, la división y la confusión que el enemigo usa para desviar a muchos de participar plena- mente en la Misa. Jesús nos da su cuerpo y su sangre para fortalecernos y animarnos a cam- inar como personas de fe y dar testi- monio de su gran amor. En el espíritu de este gran amor, los obispos de los Estados Unidos, incluyéndome a mí, iniciamos el Avivamiento Eucarístico Nacional (EucharisticRevival.org) para renovar en cada uno de nosotros el asombro y el asombro de la Eucaristía. Es un tremendo don y milagro en el que tenemos la suerte de participar cada vez que nos reunimos para celebrar el santo sacrificio de la Misa. Como diócesis, celebramos juntos el inicio del Avivamiento Eucarístico Nacional el 18 de junio de 2022, con Misa, Procesión Eucarística, Adoración y Bendición. Al mismo tiempo, cada una de las diócesis de los Estados Unidos comenzó a celebrar a Jesús en la Eucaristía con un esfuerzo concertado para avivar la fe y la alegría abrumadora que cada uno debería experimentar cada vez que participamos en la Misa o venimos a Nuestro Señor en adoración. En nuestra diócesis hemos tenido varias procesiones eucarísticas especiales con el Santísimo Sacramento. Hemos estado de rodillas en la Adoración del Santísimo Sacramento y se han formado grupos para aprender más sobre la Eucaristía, especial- mente a través del estudio de la Sagrada Escritura. Nuestros sacerdotes, diáconos y yo hemos predicado y seguimos predicando sobre la Eucaristía. La segunda y actual fase del Avivamiento Eucarístico Nacional es la fase parroquial. Se ha alentado a cada parroquia a formar un comité parroquial de Renacimiento Eucarístico para ayudar a la parroquia a aumentar la devoción a la Eucaristía y pro- mover el hecho de que Jesús está verdadera- mente presente en Su cuerpo y sangre en la Eucaristía. Ha sido un gozo para mí ser tes- tigo de la renovación de la fe que está ocur- riendo en nuestro pueblo. VÉASE LA COLUMNA DEL OBISPO, PÁGINA 6

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