Gulf Pine Catholic

4 Gulf Pine Catholic • March 29, 2024 POR EL OBISPO LOUIS F. KIHNEMAN III Obispo de Biloxi Pasado el sábado, María Magdalena, María, madre de Santiago, y Salomé compraron especias para ir a ungirlo. Muy temprano, cuando salió el sol, el primer día de la semana, llegaron al sepul- cro. Se decían unos a otros: ¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro? Cuando miraron hacia arriba, vieron que la piedra había sido removida; era muy grande. Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido con un manto blanco, y quedaron asombrados. Él les dijo: “¡No os asombréis! Buscas a Jesús de Nazaret, el crucificado. Ha resucitado; él no está aquí. He aquí el lugar donde lo pusi- eron. Pero id y decid a sus discípulos y a Pedro: “Él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.’” (Marcos 16:1-7) En la Vigilia Pascual, escucharemos el desar- rollo de la historia de la salvación desde el Libro del Génesis (1:1-22) hasta el Libro del Éxodo (14:1-15:1) y la Carta de San Pablo a los Romanos (6:3-11). Esta es nuestra historia; es la historia de la salvación la que nos define y nos dice quiénes somos. Al ser bautizados en Cristo Jesús y entrar en la fuente de la vida, la pila bautismal, morimos a nuestro viejo yo y resucitamos con Él del agua, sanados y limpiados de nuestro pecado. Cada uno de nosotros, que hemos sido bautiza- dos con Cristo, compartimos ese don de la vida y el don de su amor. ¡Somos un pueblo Resurrección, redimidos por el amor de Cristo! A veces puede ser un desafío permanecer en ese espíritu. Como muchos de ustedes saben, poco después de ser nombrado obispo de Biloxi a finales de 2016, tuve una estadía prolongada en el hospital y no sabía lo que el Señor tenía reservado para mí. Una de las lecciones que recibí fue que, cuando estamos en medio de pruebas y grandes sufrimientos, estos son momentos de Resurrección, encuentros con Obispo Kihne man nuestro Señor Resucitado y momentos en los que debe- mos entregarnos al amor de Dios. Puede ser una rel- ación que se ha vuelto difícil, una enfermedad grave para usted o un ser querido, problemas en el trabajo, o cuestiones matrimoniales o familiares. Cualquiera que sea la prueba, puede ser un momento de Resurrección, un momento de encuentro con Jesús Resucitado. Y cuando nos rendimos y experimentamos ese momento en Sus brazos, los brazos del Salvador, ahí es donde lo encontramos. Simplemente me acosté en Sus brazos porque no podía hacer nada más. A veces es donde encontramos la tumba vacía; a veces es donde nos encuentra Jesús Resucitado. Estos momentos suelen ser inesperados. En el evangelio de Marcos escuchamos que los discípulos fueron al sepulcro y estaba vacío. No era para lo que estaban preparados. Cuando entraron al sepulcro, quedaron estupefactos. ¿A dónde fue él? ¿Qué pasó? ¿Quién robó su cuerpo? Entonces se les apareció un ángel. Si se nos apa- reciera un ángel, ¿qué crees que harías? Probablemente nos desmayaríamos. Sé que lo haría. En cambio, literalmente se inclinaron al suelo con la cabeza apoyada en el suelo ante los ángeles. (Lucas 24:5a) Los ángeles dijeron: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Él no está aquí, pero ha resucitado”. (Lk24:5b-6) ¡Eso es poderoso! Ese es el amor de Dios desplegándose por nosotros. ¡El Jesús crucificado, resucitado de entre los muertos, por cada uno de nosotros! ¡Jesús, resu- citado de entre los muertos después de morir en la cruz por nosotros! ¡Jesús diciéndonos que Dios nos ama tanto que nos da esperanza más allá de la esperanza, amor más allá del amor! Es el regalo de amor de Dios para cada uno de nosotros. Eso es lo que realmente significa para cada uno de nosotros creer en la Resurrección de Jesús. Mientras nos preparamos para celebrar la Pascua, nos unimos en oración y solidaridad con los catecúmenos que entrarán a la Iglesia el Sábado Santo al profesar su fe, ser bautizados, comprometerse con Cristo y Su Iglesia, recibir el don del Espíritu Santo, y recibir por primera vez el Cuerpo y la Sangre de Jesús. Es el espíritu de Jesús Resucitado y la promesa de la Resurrección lo que recibirán, ese mismo espíritu que muchos de nosotros ya hemos recibido a través de los Sacramentos de Iniciación. Ese espíritu de Jesús Resucitado les es dado como el Espíritu nos ha sido dado a nosotros. Como resultado, juntos compartimos la vida y el amor de Jesucristo resucitado de entre los muertos. ¡Sí, ha resucitado! ¡Él ha resucitado! ¡Amén! ¡Aleluya! ¡Felices Pascuas! Pascua, un tiempo para disfrutar de los momentos de Resurrección Las Misas Celebradas en Español / Masses Celebrated in Spanish Sábado/Saturday Laurel: Immaculate Conception Parish, 8 p.m. Pascagoula: Sacred Heart Parish, 6 p.m. Domingo/Sunday Bay St. Louis: St. Rose de Lima Parish, 12 noon Biloxi: Blessed Seelos Parish, 11 a.m. Gulfport: St. John the Evangelist Parish, 2 p.m. Hattiesburg: Sacred Heart Parish, 1:30 p.m. Laurel: Immaculate Conception Parish, 4 p.m Ocean Springs: St. Alphonsus Parish, 2 p.m. Picayune: St. Charles Borromeo Parish, 12:30 p.m. Lunes/Monday Biloxi: Our Lady of Fatima Parish, 6 p.m. Jueves/Thursday Laurel: Immaculate Conception Parish, 7 p.m.

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